Interview

– Hola Georgius, siéntate, ponte cómodo que te voy a hacer algunas preguntas, contesta las que quieras con la extensión que quieras, si algunas las encuentras comprometidas no tienes porqué contestarlas, ¿Vamos allá?
– Preparado
– Me han comentado que naciste en España, Murcia el 14 de octubre de 1992, ¿Qué tiene Murcia que no tiene otra ciudad?
– Bueno, Murcia siempre será la ciudad donde nací, siempre va a tener algo especial para mí, no es una ciudad muy grande, pero quizá lo que más me guste sea la gente, la gracia que lleva la gente puesta, sus costumbres, el sol como brilla en esa ciudad; no es una ciudad de un único monumento representativo, porque la ciudad es un monumento en sí, hay que sumergirse y conocerla, tiene algo que te enamora.
– Ya que hablamos de ciudades, sé que has visitado muchas en Europa, ¿Cuál es la que más te gusta?
– Sería atrevido decir una, no voy a decir una española, porque seguro que luego me llegan quejas después de esto, así que diré una italiana que es mi segunda patria. Firenze es para mi la ciudad estrella, la eterna rival de Venezia, la ciudad de los Medici, la ciudad renacentista, cuna de artistas, de mecenas, Tchaikovsky la representó muy bien en el «Souvenir de Firenze» hasta tiene un síndrome propio, el «síndrome de Firenze». Como golpea el sol en la arquitectura creando esa magia entre las calles y las gentes.
– Veo que te gusta el arte, Italia es el centro del arte, música, escultura por excelencia, vamos a ir haciendo un recorrido por cada uno, ¿Cuál es tu pintor preferido y una obra?
– Los franceses y los españoles tienen grandísimas pinturas, mis obras preferidas van cambiando de puesto con el tiempo, pero rompiendo con lo previsible, diré que el Inglés William Turner y su obra «Rain, Steam and Speed – The Great Western Railway», un óleo cargado de romanticismo, pasión y misterio, entra como un aforismo sin darte cuenta inmerso en un juego de luces. El romanticismo en la pintura me gusta, pero es el juego de luz lo que me enamora como para Veermer los cielos de Delft o para Monet la Gare Saint-Lazare.
– ¿Y en escultura que podrías decirnos?
– No es que haya sido mi eterna desconocida, pero es en la que menos tiempo he dedicado, a la que menos atención he prestado, así que responderé algo clásico, el que más conozco es Bernini, y la obra, bueno, me gustan varias, pero el Rapto de Proserpina, a decir verdad lo que me gusta es la mano de Plutón agarrando el muslo de Proserpina, te olvidas de que es marmol, Bernini transforma la piedra en carne.
– Me comentaste a Tchaikovsky cuando hablábamos de Florencia, ¿Es tu compositor preferido?
– ¿A quién no le gusta Tchaikovsky?, pero no es mi preferido, yo en ese aspecto soy muy pop, mi preferido es Mozart.
– Pareces una persona muy reflexiva, ¿Algún filósofo de cabecera?
– Tiendo a ser reflexivo, supongo que de la filosofía nace todo lo demás, empezó a interesarme la filosofía pero más filosofía religiosa, hoy prefiero ser más secular, aunque mantengo mi religiosidad, no en el ámbito de la filosofía, para profundizar en el pensamiento hay que entrar desnudo, partir de la fe hace nublar el pensamiento. Por tanto, cuando entro en el pensamiento procuro deshacerme de cualquier esquema preestablecido, por ahora no me ha ido mal. Aún a riesgo de ser prejuzgado, diré que mi filósofo que más quebraderos de cabeza me ha dado es el pruso Schopenhauer por eso le doy especial atención.
– Soprendente, pasando a otras preguntas, he visto que haces muchas referencias al color azul, ¿Por qué?
– El azul es mi color preferido, pero por su significado, la templanza y la sabiduría, creo que no hay metas tan bien intencionadas, autocontrol y conocer; Además es un color que induce a meditar, a relajarse, símbolo también de la Virgen María y la pureza, por otra parte un color muy melancólico también.
– Ahora que comentas lo de la melancolía, en algunos de tus escritos le das mucha importancia a los recuerdos, a veces cargados de pesimismo, melancolía, ¿Me puedes explicar un poco mejor esta filosofía tuya?
– Quizá puede parecer pesimista, escribir sobre un fracaso siempre puede parecerlo, pero en realidad no es el pesimismo lo que quiero mostrar. El significado va más allá, creo que muy pocas veces he conseguido las cosas a la primera, y me alegro, me ha dado una visión más amplia. Creo que p
ocos escriben de los fracasos, en el mundo científico no encuentras publicaciones diciendo, fracasé en este experimento por hacer esto y esta otra cosa, solo encuentras publicaciones donde te dicen exactamente las claves para tener éxito en tu experimento. Por otra parte, los recuerdos, la melancolía es algo que puede que las personas muy reflexivas lleven como puesta, el hacer autoánalisis de otras épocas, de otras situaciones. Para ello es inevitable removerlo todo. Por mis circunstancias, soy una persona que cae con cierta frecuencia en aquello que llaman crisis existenciales, cuando remueves todo tu «yo» y surge uno nuevo. Un pesimista no remueve su yo, no sufre ese dinamismo del que hablo en mis escritos, apatía y resurgimiento, en el pesimista no está ese sentimiento infantil de espera de lo inesperado que siempre me acompaña.
– Para terminar, ¿nos podrías decir cuál es la clave de tu éxito?
– Si alguna vez he tenido eso que llaman éxito, diría que la clave de mi éxito, problablemente, haya sido ser un fracasado pero sin parecerlo.

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