Estaba una joven muchacha preocupada porque nadie la reconocía, se sentía triste, apocada e inservible, sobre todo, porque no sabía que haría en el futuro, se veía perdida, confusa, inmersa en un caos de dudas e incertidumbres del que no podía escapar.
Un día salía por el campo, y vio una bella mariposa, con mucho tacto la cazó y la guardó entre sus manos, como estaba cansada de no llevar nunca la razón pensó, hablaré con el sabio de la montaña y le preguntaré ¿Está viva o muerta la mariposa?, si me responde que está viva, yo misma la mataré aplastándola, si por el contrario me dice que está muerta la dejaré volar delante suya.
La muchacha no tardó en presentarse ante el sabio de la montaña y le formuló la pregunta:
– ¿Cómo está la mariposa que tengo entre mis manos, muerta o viva?
El anciano le respondió.
– La mariposa estará como tú quieras que esté.
Las decisiones de la vida están en nuestras manos, en ellas se decidirá nuestro futuro y sólo ellas han de tomar nuestro verdadero camino. Nosotros somos los verdaderos artífices de nuestros sueños, podemos hacer que lleguen a lo más alto y que se cumplan y por el contrario destruirlos y esconderlos en las profundidades del corazón.
…»Alterius non sit qui suus esse potest»…
Con cariño,
Niphredil
P.D : Buscando ideas más allá del silogismo matemático, =)