Sofocante, atrevida, llena de color, como una magia antigua me lleva a un mundo atrás en el tiempo. El sol, el mar, el viento y sus piedras parecen estar allí para el deleite de los viajeros. Hace un año de mi viaje y cuantas cosas han cambiado, quizá sea el mundo, quizá sea cosa mía, quizá sea de los dos o de ninguno.
Agradezco a todas aquellas personas que me mostraron de Colombia lo más bello y compartieron un pedacito de su hermoso mundo.
