Todos caerán, sus cuerpos se marchitarán como hojas en el crepúsculo, voces vacías en criptas oscuras, el crepitar de las llamas los consumirán, sangre de ceniza, roca de roca, muerte respiran, arrogancia de dioses que sucumbirán a la eternidad de los sueños. Fruta podrida que se deposita a la sombra del árbol, carcomida por el tiempo y la desesperación, os asombra la voz de lo desconocido; es todo aquello lo que perdisteis, vanidad de vanidades, el concepto que os adorna se ajará como todas las telas, ninguna venda en los ojos podrá ocultaros la verdad, el transcurso de la vida os lo dirá, no corráis. El destino os alcanzará, a ningún Dios os postrareis para recibir la Salvación, habéis perdido, habéis sucumbido, hoy sólo sois recuerdo de lo que fuisteis, polvo de polvo, ceniza de ceniza, volved a la tierra bestias salvajes, escondeos en la tiniebla de la que partisteis.
Tan frío, tan oscuro, tan temible y tan bello… así pues recuerdo ese frío invernal de un año desconocido en el que todo era algo tornado a una primavera sin sol…porque por entonces sí éramos todo y nada…