Él me viene a visitar,
y ni sus colores son hermosos,
ni su canto particular.
Llega ya bien amanecido el día
a posarse sobre las ramas del árbol
que acaricia mi ventana, ahora tan sombría.
Allí aparece cada día,
llueva o haga sol,
haga frío o el día,
como hoy, sea gris.
Él no es nada particular pero
hasta que me lo arrebate febrero
será el pájaro de mi ventana.
una visión exacta y muy bien escrita de esta temporada.