V Carta a la vendedora de hinojo

¿No lo ves después de tanto tiempo? ¿No ves cómo todo tiene un principio y un fin? ¿No ves cómo el día despierta? ¿No lo ves… no lo ves?
Te contaré una historia, o debería decir una de tantas.
El día comienza con el susurro de una celestial vocecilla, ésta, llena parcialmente el silencio que la noche ha fecundado horas atrás, todo transcurre con normalidad.
Llega el momento como cada día, la noche se ha apoderado de la calle y el azulón manifiesto proclama la muerte anunciada que exclama el regreso de ese recuerdo diurno.
Llueve, ni fuerte, ni flojo, pero lo suficiente para que la sensación de humedad sea la precisa para que cale en los huesos; el lánguido alumbrado poco ayuda a cambiar el planteamiento pesimista que llevaba ya algún tiempo rondando.
Todo sucede automático, el reloj de las afueras apunta hora y temperatura, la hora, siempre la misma, varía, si acaso, la temperatura. Dentro de la estación el calor pega un buen guantazo de sopetón; la diferencia de temperatura hace un buen trabajo. Allí se sella, se da las gracias y se camina hacia el andén día sí, día también. Automático, todo pierde su sentido, y con todo, el gracias que se convierte en una cáscara vacía, fruto del procesado industrial que fomenta la rutina.
El tren no deja de ser más que una imagen que me evoca a otro pasado, la revolución industrial del siglo XIX, una vaga reminiscencia de Oliver Twist y con él, el dinamismo de las ciudades, las venas férreas del progreso y el triste acero que conduce hasta los confines del mundo.
Al llegar al andén por las escaleras se presenta triste y chirrioso el “escarabajo”, apodo de este trenezucho que parece de vapor por los efluvios que espeta de continuo; la gente entra al tren con cara de total y absoluta indiferencia, tienen cara de lata, cara de manufactureros de sus vidas, cara de rutina…
El tren es de los típicos, no tiene mucho misterio en su interior, eso sí, un poco viejo, a veces parece el tren de la bruja. Me siento con la gente de siempre, y quizá eso te da algo de consuelo, saber que alguien estará allí, te dará palique, la brasa o te recordará algo que tienes que hacer o simplemente os veréis las caras y aunque por sistema inercial se produzca el saludo, aun así, difiere mucho de la perspectiva industrial antes citada. La vuelta es similar y los días no dejan de ser un reflejo de la rutina.
Y, la cuestión más importante viene ahora, ¿podría sobrevivir sin una meta fija al tedio de la rutina?, tengo en mi mano decidir lo que quiero o lo que creo que quiero, y lo que no, y aunque no lo tenga claro y me equivoque estaré igual de orgulloso, porque es mi decisión, mi meta, mi destino impuesto por mucho que me cueste, por la rutina que tenga que soportar, suplicios, calamidades, nada puede contra mí pues, por lo menos creo saber donde voy, no me muevo por inercia, tener mi objetivo claro me ayuda a levantarme, a volver, a atacar de nuevo, a curarme las heridas y luchar, luchar y luchar, y que me echen hierro que aunque mil veces me caiga, mil veces y una me levantaré.

Procurando ser siempre optimista, Georgius Milán.

4 pensamientos en “V Carta a la vendedora de hinojo

  1. Querido G:

    ¿Cómo te va? Espero que todo muy bien =), por aquí pues lo de siempre xD… A pesar de que siempre te respondía por aquí, creo que por primera vez vas a tener que irte a mi blog si tienes intriga por la respuesta. A partir de ahora te contestaré allí 😀 (ya te veo poniendo la cara de «Aleluya, ya le dedica más tiempo xD»).
    Bueno, hablamos cuídate besos 😀 y GRACIAS ^^

  2. Jorge, por si acaso le echas un vistazo a los textos y no encuentras el link para entrar a mi blog te lo dejo aquí. Espero que estés bien, y dentro de poco me gustaría hablar contigo de la vida en general.

    Un fuerte abrazo, cuídate mucho besoss!!

  3. ¡¡Hola Jorge!!¡Muchísimas gracias por tu comentario! No sabes con qué ansias lo esperaba.

    Por cierto, ¿qué tal estás? Espero que muy bien y algo nervioso por lo del lunes ^^, no te preocupes seguro que te saldrá muy bien.

    En cuanto a tus peticiones la primera no hace falta ni que la digas… ¡eso está hecho!¡cuantas más mejor =)!, y la segunda sería todo un honor aunque, será muy difícil y necesitaré mucho más material del que me ofreces por aquí (si no es ningún inconveniente) porque quiero que sea una buena tesis, y tal vez tarde mucho tiempo pues, al no poder desgraciadamente conocerte por completo será algo complicadillo, pero aún así gracias, ya deseaba tener algún acertijo por resolver (mi mente está
    algo vaga desde que apenas hablo con Adri y contigo).

    Cuídate nos vemos muchos besooos!!!!!

    P.D: muy adecuado el cambio en el blog, es incluso más acogedor que el anterior 😛

  4. ¡Hola G!¡Cómo se nota que estamos estudiando y que enseguida tendremos los exámenes!¿Qué tal estás? Espero que no estés estresado más de la cuenta, pero si me disculpas aún espero con ansia que vuelvas a escribir porque, se echa mucho de menos.
    ¿Qué te han regalado?
    Bueno, cuídate, besos y cuando puedas pásate por mi blog 😀
    Muchas gracias por todo!!

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.