Es tu belleza un hermoso misterio que se resuelve por sí solo; mi vida más allá del tiempo, de un destino. Un mundo imaginario donde todo suena mejor, donde todo es posible, tan ficticio y tan real, imaginario…
Inerte melodía de blanca mirada; que flor más apagada en un crepúsculo azul, que a la sombra de las telas de tul, hago de lo primario lo secundario, y de esto, lo contrario. Valor no me falta, es la duda lo que me mata.
No te dejes llevar por ella, porque si lo haces… jamás sabrás qué podría pasar…
No desperdicies tu vida pensando en lo que pudo ser y no fue…
¡Sé dueño de tu propio destino! ¿No era eso lo que me enseñastes?
Un saludo y un abrazo muy fuerte.