Gélido soplo de mar

Yo también he sentido ese gélido soplo de mar, esa melancolía de la ceniza, el ascua consumida en lo profundo del ser. Ese waltz nº2. Como te miraba, como te tocaba. Como olía su piel y miraban sus ojos, mas hoy ¿Qué te queda? un anhelo que atesoras entre el amor y el odio. Ya no te duele mas te hace suspirar sobre lo que hubiera podido ser, si hubiera respondido a tus cartas.

Se fue y te quedó la marca, la marca de su espera, la marca de las caricias, la marca del calor de su cuerpo junto al tuyo. El licor de los cuerpos te ha nublado, amaneciste con resaca y ya no estaba, en la cama había un hueco, también en tu corazón. Te quemaste y ahora solo eres ceniza. Tuerces el gesto cada vez que esa sanción se entona, te golpea, pero has aprendido la lección, ya no te volverá a pasar, porque lo que hoy es alivio también es condena.

Mal francés

Te pediría, si tienes a bien hacerlo, que me regales tu silencio, pues cada palabra me flagela con el anhelo de lo perdido.
Regálame la amable compañía de tu silencio que expresa todo aquello que yo quiero escuchar y tú decir.
Regálame la infinita presencia de tu silencio, que es para mí, consuelo, y para ti, dicha de que pronta es mi recuperación. No es la primera, ni será la última que el dolor me recorra hasta la última de mis entrañas, y mi humor se me torne agrio como el vinagre. La fiebre me atormentará dos noches, quizá más, y entre delirios te pediré que me dejes marchar de este mundo. Soltaré improperios por mi boca fruto de mi bien merecido calvario, lloraré desecho del dolor pero el saber que tu mano en la noche estará tendida, agarrando fuerte la mía, como un bálsamo atenúa mi angustia.

A mi Murcia

Murcia, ni levantina, ni andaluza como se puede tener la tentación de suponerla, ni tampoco mitad y mitad, como podría pensarse por su situación fronteriza.

Murcia es el espíritu que se oculta tras la sombra del viento, amable y sincera, como el beso de dos amantes, como la sonrisa de un niño.

Poesía de calendario

No puedes comerte el mundo al lado de quien no tiene hambre.

Comparte tu vida con quien saque la mejor versión de ti mismo.

Mereces vivir una aventura con aquella persona que te empodere, te quiera y te respete.

Esa persona no está acotada a un sexo, color, religión, lengua o cultura.

Si esa persona te duele y te oprime, si sientes que se apaga tu luz, si saca también lo peor de ti mismo, entonces deja ir.

Es entonces cuando debes recuperar el tiempo perdido contigo mismo, y cuando te hayas encontrado, abrazado, perdonado, amado y respetado, entonces, y sólo entonces, llega lo que tanto quisiste.

Covid-19 (I)

Devastado, agotado, sin poder tocar nada, ni a nadie, con el miedo de contagiarnos. Todo el día esa puta mascarilla que me asfixiaba, me ahogaba y que después de varios días sus elásticos me dejaban marcas y llagas en la piel. No nos dejaron despedirnos de él, ni decirle adiós, solo recuerdo cuando le dijeron que tenían que bajarlo a la UCI, se puso a llorar.

Miré a mi madre, estaba clavándose las uñas en el brazo para no derrumbarse ante su hijo, para mostrar la mejor cara de sí misma, para no caer ante nada ni ante nadie, ser fuerte, que su familia saldría adelante, como la loba que protege a su cachorro. No paró ni un instante de decir que todo saldría bien, que mi hermano saldría de esta.

Nuestra agonía duró 12 días, me descompone y atormenta el mero hecho de pensar como fue la de mi hermano. Solo, en aquella habitación, aislado, conectado al respirador, día tras día hasta desaparecer.

Ni tan siquiera después pudimos verlo, solo nos entregaron una urna, con lo que decían que era él. Una broma macabra. Tenía la sensación de que nos estuvieran engañando, que no fuera real.

La realidad nos fue golpeando, a cada uno de una manera diferente, todo pasó tan rápido.

Perdiendo el control

Necesitas sentirte seguro, asumir la responsabilidad en todo genera una carga inmensa. A veces, necesitas tomar un respiro y dejarte llevar, mecerte con el aire, dejar el testigo del control en manos de otro. Dejarte amar. Dejarte cuidar.

English

You need to feel safe, taking responsibility for everthing that brings you an inmense burden. Sometimes you need to take a deep breath, and let yourself go, swing through the air, leave the baton of control in the hands of another. Let youself love. Let youself take care.

Las nubes

Reconectando ¡Qué bonitos son esos días de cielo azul! Sentados en la hierba mientras miramos nubes con formas variopintas y hablamos de los temas más superfluos. ¿Dónde irán esas gotículas blancas que surcan el cielo? Parece que lleven prisa, se transforman, quizá sea mi imaginación, pero esa, la que veo justo ahora se parece a ti.