Eres mi éxtasis, la llama que prende mi vida, el deseo que me devora lentamente las entrañas. Cierro los ojos y mi suspiro se consume en el humo de un cigarro, eres el éter de algún sueño que me golpea violentamente contra la pared. Me destruye. Me hace volar a un mundo inconsciente fuera de toda realidad. Arrancado de mi ser, me desvanezco como una fantasmagoría. El frió me colapsa los pulmones. Muero entre turbias imágenes. Una sonrisa deslucida en los labios. Entre dientes murmullo dos palabras.
Ojalá todos encontráramos nuestro propio éxtasis algún día…
Un beso.
Sólo hay que saber encontrarlo, saber encontrarse…