Empapar las intimidades del cuerpo en el licor de la vida, palabras que suspiran silencios, sonidos que consumen el amor en la boca como cuando se olvida un sueño.
Abrir la ventana y encontrarte de nuevo, un amor de verano que al cerrar la ventana se queda en recuerdos, se queda en destellos de días soleados.
Todo esperanzas, esperar a deshacerme de besos en tu cuello apretándote la piel con mi piel, tu pecho con mi pecho y que me consumas la vida.
No busco más que tu mirada, y dormida, te escucho como ingenua te imaginas, como ingenua nos imaginas en una fantasía, prendida en mentiras que no te reprocho.
Ojalá sea la última vez que diga a otra te quiero, porque significará que te he perdido, que no nos volveremos a ver de nuevo…