2. Relatividad del suceso negativo

La parte anterior http://wp.me/pRdBS-j9

Hablaremos de las experiencias negativas; éstas suelen ser una pesada carga y si no se llevan como es debido pueden suponer un peso casi insostenible, una barrera inquebrantable que producirán miedo, ansiedad, una corriente de pensamientos perjudiciales sin ningún objetivo mas que herirnos.

Todos los seres humanos tenemos experiencias negativas, los animales las tienen, todo lo que está vivo tiene experiencias positivas y negativas. Las plantas si tienen poca luz se alargan y buscan el punto más luminoso, las bacterias frente a los antibióticos se hacen resistentes, los animales buscan sus tretas para encontrar comida por alta o lejos que esté migrando o ayudándose. La naturaleza no da la opción a sucumbir, busca sobrevivir en un mundo hostil, de un suceso, busca el progreso, adaptándose a los cambios y a las dificultades.

Nosotros buscamos algo más que sobrevivir, buscamos vivir; nuestra condición de «racionales» nos ayuda a esa búsqueda, pero si no se sabe cómo puede llegar a ser un muro inquebrantable, la mente juega a favor y en contra dependiendo de cómo la enseñemos.

Las experiencias negativas son ladrillos en la vida, crean torres inexpugnables, algunas veces, tan altas que llegamos a perder el sentido de la altura, pero siempre, y repito, siempre, tienen un principio y un fin, aunque nos parezca lo contrario, todas las torres caen.

Hemos hablado del pensamiento negativo, éste es fruto de un cúmulo de malas experiencias, sólo nos proporcionarán fallos, inseguridades, miedos, !Pero todos infundados¡

Creer que un paciente se va a recuperar agiliza su mejora, es un hecho, ser positivos nos reporta, siempre, más y mejores resultados.

Es duro fracasar, que no nos correspondan en el amor, separarse, perder el trabajo, cambiar de carrera, cerrar un negocio, sufrir injusticias. En la mayoría de los casos hay algo que podríamos haber cambiado para que no se produjese dicho final, aprender de esta difícil experiencia y en el caso de que fuera totalmente perjudicial, no volver a repetirla.

El ser humano es negativo por naturaleza, le protege frente a los peligros del mundo, pero en el siglo XXI, el miedo no es una forma de vivir, el cerebro selecciona el pensamiento negativo y lo potencia, nos podrían decir 50 veces te quiero, pero una sola vez que nos dijeran te odio o que no somos de su agrado, nuestro cerebro lo focalizaría de tal forma que seríamos incapaces de ver todo lo demás.

Es aquí donde aparece la experiencia negativa, si cada vez que realizamos una acción, nuestras experiencias negativas pesan, será muy difícil llevarlas a cabo. Las experiencias negativas son experiencias también, no lo hemos de olvidar, y suelen tener su parte positiva, aprovechemos esa característica para afrontar un nuevo reto.

En definitiva, los pensamientos negativos son trampas que nos ponemos nosotros mismos. Los retos, en ocasiones, son suficientemente duros como para minar nuestra voluntad gratuitamente. Luchar contra el mundo es duro, luchar por los sueños es difícil, pero no podemos afrontar nuestra vida de forma plena si tenemos el enemigo en casa. Si nuestra voluntad es férrea podemos lograr muchos retos, para conseguirlo debemos empezar por nosotros mismos, liberarnos de los pensamientos negativos y afrontar las experiencias negativas.

 

«La negatividad sólo es una cárcel de nuestra propia mente»

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