Tu mano dibuja la silueta de mi futuro, un camino que se surca en el aire. Mi debilidad, mis miedos, he decidido luchar contra ellos. ¿Luchar? He decidido rendirme, no quiero luchar más. He decidido abrazarlos. El abrazo es aceptación. La aceptación es ausencia de sufrimiento. No soy valiente. No soy fuerte. Soy el ser humano. El ser humano de carne y hueso.
A veces déjate llevar y deja que la vida controle todo.
La resistencia nos aleja del destino.
La resistencia absorbe toda la energía.
Y al final, no decidir puede causar mayor placer que controlarlo todo.