Gélido soplo de mar

Yo también he sentido ese gélido soplo de mar, esa melancolía de la ceniza, el ascua consumida en lo profundo del ser. Ese waltz nº2. Como te miraba, como te tocaba. Como olía su piel y miraban sus ojos, mas hoy ¿Qué te queda? un anhelo que atesoras entre el amor y el odio. Ya no te duele mas te hace suspirar sobre lo que hubiera podido ser, si hubiera respondido a tus cartas.

Se fue y te quedó la marca, la marca de su espera, la marca de las caricias, la marca del calor de su cuerpo junto al tuyo. El licor de los cuerpos te ha nublado, amaneciste con resaca y ya no estaba, en la cama había un hueco, también en tu corazón. Te quemaste y ahora solo eres ceniza. Tuerces el gesto cada vez que esa sanción se entona, te golpea, pero has aprendido la lección, ya no te volverá a pasar, porque lo que hoy es alivio también es condena.

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