Soledad azul de recuerdos se cuelan en la habitación golpeando callados hasta el alma, y es que quien de desamores vive en la tristeza se desvanece.
Los recuerdos hablan otro idioma, silencioso, apenas audible pero para el que escucha con los ojos cerrados es como el lenguaje de las crisálidas, como un suspiro antes de ser inhalado, como una lágrima llamada por el lamento. El recuerdo es así, si no se vence se yace con él.
Oblivion Astor Piazzolla