No me importa que riesgos entrañe el saber, porque es allí, donde todas las verdades se ocultan y donde nos encontramos algunas noches de otoño, pues si fueran de primavera, mi deseo, no sería pensar, sería, emprender el vuelo, bajo el mismo sol, bajo la misma mirada, y perderme, lejano, en el horizonte.
No he querido prender en suspiros los olvidos de mi vida pasada, viviendo mi aventura, no sé si mía, tuya, suya o nuestra. Aventuras que se elevan en un soplo de aire, más allá de tu calle, más allá de la… nuestra.
No me importa que riesgos entrañe el saber, será otra aventura, desconocida, incierta.