[…] Voy a contarte todo lo que nunca te conté, voy a hacer todo más sencillo y voy a ahorrarte otro disgusto más. Yo sé que todo tiene solución, que esto es cuestión de verlo medio lleno, que a veces no tenemos otra opción, lo mejor es decidir si aún nos tenemos.
Uno de los dos decidió que era mejor no seguir, supongo que esta historia es de superar cuando alguien se marcha; que mi vida sigue hacia delante, que es ahora cuando empiezo a levantarme porque seguir sentado solo me hacía daño.
Ya ha pasado casi un año, veo las cosas con más perspectiva, pero tampoco demasiada, hay cosas que me confunden, que solo aturden un rumbo que he tomado por intuición. Voy a decir adiós a mi vida, antes o después tendré que romper con ella, no sé que me espera después de esto, creo que no soy consciente de todo lo que me aguarda, aún así, no tengo miedo.
Mis recuerdos se desvanecen, también los que viví contigo, los que pasamos juntos en mi cama tirada en el suelo, te he echado mucho de menos, no sabes cuánto, aún te sigo echando de menos, quiero jurarme que no tanto, no te lo mereces.
A mi llegada a México me di cuenta que toda mi vida había cambiado, que nada volverá a ser como antes, que es cuestión de tiempo que el agua rompa la presa; no sé porque me acordé de ti, ¿tonto verdad?, me acordé de lo que pensábamos, un viaje juntos, un viaje con el amor de tu vida. Lo peor ha sido regresar a España pero cuando vuelva, será mi adiós definitivo.
Hoy no estás conmigo, eso ya lo sé, pero me gustaba creer que tú me querías, que yo te quería, una ilusión que aún mantengo en silencio, me gusta recordar todo lo que te he querido, quiero mantener tu recuerdo, pero solo me hace daño, me hace daño recordar tu pelo, recordar tus ojos, recordarnos dormidos, me hacen daños tus besos, me envenenan de melancolía.
No quiero seguir enfermando en un silencio que guardo en mi piel, no quiero jugar a ese juego de los excesos y las faltas, quiero salir a la calle, y ver esa sonrisa de enero que me invitaba a emprender una aventura para toda la vida, romper con la banalidad de las cosas, la banalidad de mi mundo, dejar atrás la sombra tenue de nuestro pasado. Déjame ir, hay algo que todos llevamos dentro, que algunos dejan florecer, otros morir. Déjame ver la verdad en las cosas inmerso en una sociedad frívola e hipócrita pero no me pidas que vuelva a nuestras miradas que se encontraron y llevan toda una vida perdidas, no me recuerdes cuántos labios no se habrían encontrado si en el amor no existiese algo de locura, no me retengas en este sonoro silencio, en esta poesía callada, no quiero contener más palabras tras los labios. No voy a desvanecer piel a piel ni una caricia más, cerraré las cristaleras abiertas al deseo de lo irrealizable, solo es cuestión de mirar más lejos porque no voy a arrancar ni una lágrimas más al alma, ni en una tarde de invierno ni en una soledad azul de recuerdos, esta vez el soplido será de color, y con el mar no voy a echar de menos ninguna parte, ningún lugar, ningún tiempo.
Mi historia se acaba aquí o quizá solo acabe de empezar…
Estoy aqui. Ya encontrare un lugar, una nube o un tiempo donde almacenar junto con ese primer recuerdo de un primer encuentro, imagino otros mas, no es un acto romantico, ovbiando ese matiz contecto contigo y cumplo mi palabra de que te leeria, y aqui estoy precibiendo en tus Letras la misma escencia de una tarde s..o y palabras.
Aqui estoy… Uniendo recuerdos, de ese primer encuentro con esta connexion, cumpliendo con mi palabra de que te leeria y precibiendo en tus Letras sin Duda Los mismos abismos ( por dramatizar) de esta tarde de s..o y palabras. Con mucho mas que contar abro y cierro este Saludo A.A.A.
.