Hasta que no llega el invierno las naranjas no maduran

Tantos temas que tocar que no sé exactamente por dónde empezar. No obstante, empezaré por agradecer tu carta y el detalle de dedicar tu tiempo y recursos a realizar este antiguo pasatiempo, afición o arte que es cartearse.

Ruego disculpes también la tardanza que debido a mi nuevo trabajo se dificulta en gran medida la disponibilidad para actividades lúdicas cuando vienen cargas importantes de trabajo.

Te invito también a cartearnos bajo otra índole, desde un punto más artístico, más literario, incluso más banal.
Sin más dilación intentaré aclarar mi visión sobre algunos de tus puntos de vista, que, por otra parte, no dejan de ser meras opiniones adquiridas con el tiempo por la lectura de diversos autores o el conocimiento de primera mano a través de la propia experiencia y, por tanto, como opiniones, están sujetas también a las interpretaciones, subjetividad e incluso a mi posible cambio de parecer.

Querría para empezar, invitarte encarecidamente a la lectura de Armas, gérmenes y acero de Jared Diamond que en algunas cuestiones que tratas realizó impresionantes hallazgos y sin duda nos ayudarán a establecer un marco teórico común paran nuestro diálogo, más allá de las puras elucubraciones personales. Este libro resume, o al menos lo intenta, toda la historia de la humanidad.

Creo que es un referente importante para abatir completamente la razón étnica para justificar el progreso o involución de determinadas etnias y por descontado ilustrarte en infinidad de temáticas como: ¿Por qué Asia aunque tenía mayor desarrollo que Europa acabó estancándose?, ¿Cómo influyó la domesticación de plantas y animales en el desarrollo de los continentes? e incluso una de las cuestiones con las que el libro arranca ¿Por qué fueron los españoles los que descubren el imperio Inca y no viceversa?

Cuando se desvelan este tipo de «misterios» que a priori nos son ocultos se puede tener una visión más clara y holística del desarrollo de la humanidad a todos los niveles.
El color de la piel, amplitud torácica, estructura del cráneo, altura, peso, son estadísticas volubles que si analizamos científicamente no construyen ninguna explicación para determinar la riqueza de las naciones.

Por tanto, primer concepto, las características genéticas de una etnia son volubles y apenas intervienen en el desarrollo de una sociedad.

El segundo concepto que me gustaría tratar es el concepto de estado/país/nación que has ligado a la raza y me gusta la definición de «Estado/País/Nación es un conjunto de personas que comparten rasgos genéticos comunes como una extensión de familia».

Este es un argumento que Jared Diamond explica muy bien como las sociedades rompen estos vínculos filiales/étnicos para crear las ciudades/estado, las naciones, los imperios. Los imperios son una amalgama de religiones, etnias, culturas y lenguas diversas unidas por un fin mayor. El Imperio Español, el Británico, la Unión Soviética o los diferentes califatos, son algunos de los ejemplos más cercanos que pueden darte una visión más clara de este concepto.

La trayectoria de la «raza negra» aunque hoy en día es mejor hablar de «culturas» más que «razas», dejando de lado ese matiz, se nos abre un mundo complejo en el que la información parcial se hace patente. El recorrido pésimo del que hablas del África Subsahariana donde es «esclavizada, satanizada y le es negada su humanidad» es en siglos determinados de la historia.

Por focalizar algunos puntos y previo al precolonialismo existían diferentes imperios que merecen tu consideración y estudio. El Imperio de Mali, Imperio de Ghana, Imperio Songhay son de gran importancia. Por citarte otro, con el que estoy teniendo bastante relación y por situarte también en ambientes, culturas y situación diferentes está el Reino de Aksum o la Etopía cristiana.

La esclavitud no es síntoma de pobreza de hecho los griegos la practicaban esclavizando a otros griegos con su mismo origen étnico, así los cartagineses o romanos. La esclavitud está muy extendida en estos siglos, practicándose en todas las culturas. De igual manera lo hicieron los grandes imperios africanos con la venta o compra de esclavos.

La «satanización» de la que hablas surge con la ética del cristianismo, anteriormente no habían necesitado justificar el esclavismo pero el cristianismo no reconocía la esclavitud. Aquí surge la ética frente al esclavismo, buscar un plano más abstracto para justificar de alguna manera a través de a moral, la esclavitud. Si alguien es cristiano, tiene alma y nuestro credo no nos permite la esclavitud, aunque sí que permitió el servilismo y siervos atados a la tierra pero esto es arena de otro costal.

Ahora surge el buscar las diferencias. Encontrada la diferencia del color, decimos que estas personas no tienen alma, por tanto, no son cristianos de lo que se deduce que al no ser cristianos ni tener alma no se rigen por las leyes de la iglesia y el credo.

Es la salida teológica por la cual se pudo seguir conservando esta actividad económica y muy lucrativa en los posteriores imperios coloniales europeos, incluso perpetuada por los que se autoproclaman renovadores de la iglesia, como Lutero y sus colegas los protestantes o los calvinistas.
También conviene tener en cuenta que durante la edad media los europeos veían a los africanos como superiores, más ricos y preparados desde el siglo VIII hasta XIV.

Por otra parte, la esclavitud comienza en el siglo XV y su auge se produce en el XVIII y es la verdadera razón por la creencia de que los blancos fueran superiores y los negros inferiores. También es la razón de que se gesten los primeros ecos del racismo perpetrado por múltiples científicos o filósofos, entre ellos Darwin, por citarte uno.

Por tanto, segundo concepto, el constructo racista comienza en el siglo XV y se gesta en el XVIII olvidando los hitos de estas naciones de cultura negra y apoyándose en varios argumentos falseados para justificar la hegemonía de la cultura blanca.

También me parece pertinente comentar los ejemplos que pones entre los países americanos y Haití o Liberia.
Estados Unidos nunca recibió una intervención económica. Los territorios de las colonias francesas e inglesas eran bastante independientes porque los recursos extraídos del norte de América eran bastante escasos.
Su independencia jugó a su favor porque consiguieron desarrollar una potente economía de subsistencia e instituciones lo suficientemente sólidas para poder consolidar un estado en medio de una guerra a 3 bandas con un imperio colapsado que era el Español, y dos imperios que posicionaban más sus ojos en un nuevo continente que en la ya muy «revolucionada América» con el surgimiento de nuevos estados fuertes como México, Argentina o Colombia muy prósperos en su momento.

Haití es un claro ejemplo de intervencionismo económico y militar, una sucesión de boicots franceses contra su economía, bloqueos internacionales, influencias del imperio alemán, intervencionismo de Estados Unidos militar y económicamente, aparte de ser el garante y principal benefactor de las atroces sucesiones de dictaduras en dicho país.
No es un secreto oculto que Estados Unidos mantuvo durante varias décadas a los dictadores y consintió la vulneración continua de los derechos de la población. Cosa que por otra parte, ha hecho por todo el mundo y sigue haciéndolo.

Ya por último aclarar el caso de Sudáfrica, los afrikaners, el Apartheid. Hoy en día Sudáfrica es uno de los países más desarrollados del continente africano. Evidentemente como en otros muchos países del continente queda un amplio margen de mejora, resolución de la violencia y el crimen, mejora de su economía, más garantes sociales y económicos. Sudáfrica da síntomas de buenas prácticas a nivel estatal y hay previsiones de mejoría.

Sin duda atribuir su buen estado a la supremacía que hubo blanca en el país me parece cuanto menos grotesca porque no se basa en nada objetivo para poder determinar que una minoría pueda oprimir a la mayoría del país eximiéndoles del voto y otorgando infinidad de privilegios a aquellos que eran blancos solo por el hecho de serlo. Un hecho patente es que incluso pertenecientes al Apartheid votaron a favor de la supresión de dichos derechos pudiendo finalmente en 1992 disfrutar de los mismos derechos y libertades tanto la población blanca como negra.

También te invito a que te informes de diferentes corrientes de pensamiento que tanta influencia han tenido en muchas culturas y sociedades, como es el ius gentium de Francisco de Vitoria y sus referencias a los Títulos Justos, la Guerra Justa o las Conquistas Ilegítimas o Francisco Suarez.

Por otra parte me parece importante citar a Max Weber y su Ética protestante y el espíritu del capitalismo que tan bien explica cómo se produce el desarrollo del capital en las sociedades de corte protestante, el desarrollo del mercantilismo, la acumulación de riquezas para ganarse el cielo o la transmisión del patrimonio familiar. Muchos de estos conceptos aunque han perdido su sentido ético, moral o religioso se perpetúan hoy en día pero en la edad media fueron conceptos que las sociedades ni tenían ni realizaban y nos ayuda a entender un poco mejor el fracaso en el desarrollo del colonialismo francés, británico u holandés.

Ya para terminar te recomiendo profundizar un poco más en por qué los grupos pueden ser propensos a la violencia. Esto se explica en Inteligencia emocional de Daniel Goleman como los individuos llegan a ser violentos y profundices en el «efecto grupo», como el grupo disuelve psicológicamente la responsabilidad de los individuos en favor de un ente que es el grupo.

No influye la sexualidad, el sexo, la raza, influyen mucho más los factores sociológicos que moldean a determinados individuos para tener conductas violentas o delictivas. Un hecho probado es que los individuos que sufren violencia tienen mayor propensión a generarla, al igual que las personas que sufren las secuelas de la guerra muestran peores comportamientos emocionales, y sin duda, la falta de estímulos o desarrollo pleno del individuo genera peor desarrollo cognitivo.

Lo que echo en falta son más citas, referencias y justificaciones de tus argumentos para no entrar constantemente en el mundo de lo opinable.

Amaneció gris acendrado

Sin pinceles, sin paleta, sin papel ni lápiz se dibujó un día cualquiera. De murmullo azul marino a estruendos de espuma. Emprenden el vuelo blancas palomas. Aleteos de perfume fundidos con el aire. Inmóvil. El tiempo pasa. Supongo que vivir también implica olvidar y dejar pasar para hacer hueco a lo que nos depara la vida.

En su transcurso el sol roza el horizonte proyectando sombras misteriosas. Un joven se lanza. Precipicio. Acantilado de negras rocas empapadas por el Danubio. Tinieblas en un instante. El sol se ha consumido por un grito sonoro. Ese momento en el que te ves a ti mismo en el pasado, en un recuerdo, y te ves como te proyectas al oscuro abismo.

Un pálpito helado congela una fracción de segundo haciéndolo eterno. Una idea que quiso poner el quiero al servicio del puedo. Al borde, queriendo vislumbrar el punto y final de su historia escrita hacia el polvo de la muerte se produce un estallido de luz. Acuarela de brillos. Una bandada de cerúleas mariposas explota el cuerpo del joven. Un baño de luz. Miles de lepidópteros en vuelo se pierden lejos. Muy lejos. Arriesgar por una decisión, una idea, pero te das cuenta de que la historia, casi siempre, al menos en mi caso salió bien, que nos cuesta dar el paso para arriesgar, lo vemos como un pozo sin fondo pero cuando te lanzas, cuando parece que las rocas están a punto de cortarte la piel, hay una explosión de luz y consigues salir airoso de esa experiencia a la que llamamos vida que no queda otra que vivirla.

Me miré a los ojos, donde nunca me supe mentir y en un impulso desmedido antes de que saliera el sol reescribí encima de todos los versos, aceptamos el amor que creemos merecer, no quiero versos que me sepan a poco.
Poco después me volví a mirar y me dije, carga tú con la culpa que a mí ya me da pereza y así acaba un día cualquiera de azul serendepia cuando amaneció gris acendrado. Entre las luces de las calles de una ciudad me perdí para encontrarme, rincones que prometían aventuras. Junto a mi compañera volamos, compañera de viaje, cuántas risas, cuántos enfados, pero unidos, sí, unidos, inseparables, cómplices, una risa que suena a mía salida de otros labios. Nos conocemos de toda la vida, quién diría que somos hermanos y cada día descubro algo nuevo, toda la vida llevamos conociéndonos. Algo de ti me empujó aquel día a dar un paso más lejos, un susurro en tus ojos, en una mueca de consentimiento y a dar el paso para ser valiente, «venga, arriésgate, éste es tu momento» me dijiste mas no con palabras. Caminamos hasta quedarnos agotados en una carrera sin destino, o al menos, nosotros no lo conocíamos, recorrimos cada tramo, cada piedra, para descubrir juntos, cada brisa de historia que tuviera que ser contada. No me creerás cuando te digo que hay gente que olvida un año pasado cuando cumple el siguiente y sé que algún día todo esto serán anécdotas, que nuestras fotos se volverán viejos recuerdos pero ahora mismo, estos momentos no son anécdotas, están pasando, estoy aquí y lo estoy viviendo, porque la vida tiene algo de maravillosa. Es en ese momento cuando te das cuenta de que estás vivo, te pones de pie, ves lo que te hace sentir y todo lo que hace que te asombres, escuchas, te dejas llevar y en ese instante sientes que somos infinitos.

Aquí se separan nuestras historias, tú a Nitra, yo a Viena. Entre las calles de Bratislava me perdí y desperté entre farolas de otra muy distinta, calles pavimentadas de cultura. Atraído por unas palabras que sonaban a entrega, palabras que me convencieran para hacer lo que nunca hice, que me convencieran para soñar lo que nunca soñé. Me atreví a mezclar los licores del cuerpo con los del alma en un juego que solo dos cuerpos se saben, en deseos de soplar el candil para confesar lo prohibido.

Un viaje entre luces y sombras para conocer Viena, dejándome llevar, cogido de una mano cándida, hasta un número de la Schüttaustraße donde la casualidad del libre albedrío o una milimétrica providencia hicieron el resto. Dos hilos se cruzan y se separan durando algo que parece imperceptible en una vida, pero dejan una marca, no sé si amarga, mas seguro que de recuerdo.

El hombre del sombrero

Anda lento ante la ligera melodía de un ronroneo que salpica a cada paso su paraguas. Paladea el pavimento, una realidad en blanco y negro, un cigarro consumido tras otro. Desemboca en un final tenue, en la niebla que oculta, que hace desaparecer entre la oscuridad los matices de una realidad algo más difusa.
Una ventana, apenas iluminada, un cuerpo desnudo, níveo, como helado por un tiempo incierto, helado por la noche. Un arrebato de culpa arrancada de los labios, consumido por el deseo.
Aquella ventana, iluminada bajo lágrimas de candelas prendidas, olvidadas. Soltó el paraguas, golpeó el suelo, el sombrero lo guardó en su mano izquierda, en la otra, una llama que le hacía recordar que sus ojos aún eran reflejo de una esperanza hacia ninguna meta.
No le importó esperar hasta que un sonido repentino como de repicar hasta cuatro tintineos le arrancó, absorto, de un mundo que le había atrapado.
Como un vuelo, en un abrir y cerrar de ojos, desapareció de la ventana, quién sería, qué le hizo apoderarse de su mirada.
Continuó andando, más lento, ante la ligera melodía de un ronroneo que salpicaba a cada paso, esta vez su cara.

**La joven de la ventana

Cosas de hoy

Mi vida se mezcla, con canciones de otros grupos, con experiencias de otras personas; hago mías las ideas de quien quiero, que mis amigos sean sus amigos, que los suyos sean los míos, cambiar un trozo de mi tarta para probar otra de diferente sabor. Y a eso, es a lo que llamo amor, contaminarse el uno del otro.

Reflexiones

Sabes lo que yo repetiría… Repetiría todos los días que he pasado contigo, todas las noches que hemos dormido juntos, abrazados; todos los minutos que te he mirado y me has devuelto la mirada con una sonrisa cómplice, todos los besos robados que te he devuelto.
Repetiría las noches frías y oscuras si están tus manos para no sentirme solo, repetiría pedirte como un niño que me quieras, y quererte como un niño.