He estado dentro de ti, eso me da una conexión al centro de tu tierra. Como la conexión permanente a la wifi de tu vida.
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Poesía de calendario
He imaginado en mi mente que cada lugar en que me he enamorado dibujándote la boca era como un eco. Cada vez se oía más flojo. Más tenue. Hasta desaparecer.
Reflexiones
Las cosas son lo que se quiere de ellas
Poesía de calendario
Tengo una pestaña entre mis dedos, soplando se la ha llevado el viento, espero que cumpla mi deseo. Contarte las pestañas de nuevo.
Poesía de calendario
Me enamoré del viento, y perseguí el aire. Sintiéndote pasar, y venir, y alejarte, y volver, jamás prisionera, me quedé dormido. Una flor en la boca me despierta, y ahora que soy un pájaro, paso, vengo, me alejo y vuelvo. Jamás prisionero, pero contigo.
Poesía de calendario
Eres el licor más fuerte que quisiera beber, para ver si de esta forma apagaba mi ser.
Poesía de calendario
Pasó una hora. Dos. Y hasta tres. La lengua de la noche entra por mi ventana. Gélida y húmeda me saca una sonrisa. De color gris perla, tenue, tímida. Después de tanto tiempo nos hemos visto de nuevo. Amor, amor, amor. Amor querido. Después de tanto tiempo que no nos hemos visto y yo me he acordado de ti. Mucho tiempo, he estado pensando en ti. Amor, amor, amor perdido. Amor perdido, sé que nunca olvidaré lo que te he querido, que nunca olvidaré lo que nos hemos querido después de tanto tiempo, si quieres acordarte de mí. Pasó una hora. La lengua de la noche entra por mi ventana. Amor querido.
Resta
Aprendes a sumar, caminar, escribir, leer, conocer gente, conoces a Dios, el significado del yo, del tú, del nosotros, del ellos. Tienes amigos, viajas, amas. Conoces el miedo, la vergüenza, la valentía o el coraje.
Todo es una suma. Va pasando el tiempo, los años, en el mejor de los casos llega la madurez. Llega el silencio. Y en ese momento llega algo maravilloso. En el silencio se puede escuchar. Se descubre realmente al mundo. A Dios. A ti mismo. Es el silencio la otra operación matemática de la vida. La resta. El quitar, sustraer. Hostil, cruel, dolorosa, nos asusta, nos aterra porque nadie nos enseño a restar. Vivir de dentro hacia fuera, sacando las entrañas a los demás y cuando volteamos la vista al interior es tal el miedo, que cerramos de un portazo a la vida, a lo más profundo del sentir de alma misma.
La operación que nos devuelve a la vida, que nos de-vuelve a la vida, es la resta. Vinimos del no ser, surgimos de la no existencia, del vacío, y fuimos, aprendimos a ser. El vacío, el océano, el desierto nos vuelve al no ser del que surgimos, reducidos a la infinitésima potencia de nosotros mismos. En lo esencial, lo más básico, donde menos es más, abriendo hueco al ser, a la vida, a la verdadera vida. La obra materializada del silencio. Así es la simpleza de la resta.
Sexualidad
Soy, yo soy, soy, yo soy, soy yo, yo soy, ¡soy yo!, ¿Por qué?, no se elige ser, se es. ¿Por qué?, la sexualidad se es, no se elige, no se elige ser, ser, no elegí venir al mundo. Ser, soy. La sexualidad no se legitima por su ejercicio. Soy, yo soy. Sería monja y sacerdote y seguiría siendo. Soy, yo soy, soy. La sexualidad puede serme oculta. Yo, soy, oculta. Incluso toda la vida, soy yo. La sexualidad se puede descubrir, yo soy, no aprender, soy yo.
Poesía de calendario
Entre lunares y pecas, entre pecas y lunares, y te quiero llevar por en medio de los olivares; entre lunares y pecas, entre pecas y lunares.