Reflexiones

¿Dónde se encuentra la verdad de las cosas?, En los pájaros que hablan en la madrugada, en un viento más allá de media noche, un beso bajo cero. ¿Dónde se encuentra la verdad de las cosas?, en las farolas que alumbran la noche, en el silencio de una calle, en la soledad o la compañía. ¿Hay verdad en las cosas? en una mirada, en el diario de un amor imposible, en un calcetín en el buzón.

Diría que hay verdad en las cosas, cambiante, casi metafórica, una verdad para descubrir, adaptable, dinámica, escondida para ser atrapada, deseando ser captada para ser pensada, la verdad de las cosas es lo que le da sentido al mundo, y eso, la hace como la belleza, atractiva a cada individuo, lo que le da sentido a la vida, el sentido del vivir es la verdad de las cosas.

Pero, quizá lo más importante es lo que la hace bella, su infinitud, su inmensidad, porque la verdad es infinita como las búsquedas que se pretenden de ella.

English

Where will you find the truths of all things? In the birds that sing in the early morn, in the wind after midnight, in a kiss below freezing. Where will you find the truths of all things? In the lamps that illuminate the night, in the silence of a street, in loneliness or company. Is there in the truths of things? In a look, in the dairy of impossible love, in a sock in the mailbox.

Would you say there are truths in the things, changing, almost metaphorical, a truth to discover, adaptable, dynamic, hidden for to be caught, wishing to be captured and thought about, the truths of all things is what gives sense to the world, and that, which is beauty, atracting each individual, that which gives life meaning, the feeling to live is the truth of world.

But, maybe it is more important that it is beautiful, its infinity, its immense, because true is forever as are the searches that look it.

Destellos

Conjuro de luces como un baile incesante, efímera y astral melodía, un pozo mistérico de recuerdos oníricos.

Qué siente el cosmos cuando tras eones el fulgor de un sueño estelar pierde el aliento aletargado en una amnesia senil, cómo su lustre cada vez más apagado y opaco se vuelve ónix vítreo reflejo de sus deseos, de sus intuiciones.
No hay armonía en el pensamiento, hay enigmáticos anhelos de la psique que desde sus entrañas sensiblemente puede percibir, al igual que aquello que se pierde en un tifón incontrolable de tenebrosas e ignotas tinieblas. Tampoco hay geometría en el conocimiento, como la dorada de las Hespérides, embaucada en un trance óbito, una inmersión en las ruinas de lo hodierno, una espesura plagada de calígine.

Son estas ideas los candiles de nuestros días, ambrosía para la razón, ecce aether para el credo del universo.

A

L’homme comme bête

Aún oigo los latidos de aquella bestia tras la puerta, araña con sus uñas la madera para escapar hasta que sus manos sangran. Aislada de todo todavía sobrevive como si de una fuerza oscura y macabra se alimentara manteniéndola con vida. Al acercarme siento como palpita su negro corazón, y ella, siente mi presencia, lo noto, al otro lado de la puerta. Fúnebre entre tinieblas jurándose salir. Su prisión no dura mucho. Como un delirio onírico, apesadumbrado y taciturno se desvanece cada noche a las profundidades del bosque, en su búsqueda interminable hacia la oscuridad que la humanidad engendra. Deshaciéndose entre la niebla escapa, pero las sombras son efímeras y el sin cara vuelve a su celda al alba y allí permanece hasta que termina el día, allí se oculta ese monstruo como aquello que guardamos y jamás queremos verlo escapar.

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James Newton Howard – The Gravel Road

Songs from a room

Soledad azul de recuerdos se cuelan en la habitación golpeando callados hasta el alma, y es que quien de desamores vive en la tristeza se desvanece.
Los recuerdos hablan otro idioma, silencioso, apenas audible pero para el que escucha con los ojos cerrados es como el lenguaje de las crisálidas, como un suspiro antes de ser inhalado, como una lágrima llamada por el lamento. El recuerdo es así, si no se vence se yace con él.

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Oblivion Astor Piazzolla